El aporte que la odontología forense ha
brindado al trabajo que se realiza en la
escena del crimen viene siendo fundamental
a lo largo de los últimos años.
La escena del crimen es considerada
como el lugar donde se presume se ha
cometido un delito; por ende, el lugar
objeto de una investigación policial,
de importancia evidente por la gran
cantidad de indicios o evidencias que
se puede recoger en ella, las que serán
determinantes en el desarrollo de la investigación
criminal.1
La cavidad bucal es considerada, por sus
numerosas estructuras, duras y blandas, como la ``caja negra´´ del cuerpo
humano.1
Las estructuras duras como
dientes y huesos maxilares aportan gran
información para el proceso de identificación, siendo no menos importantes los
tejidos blandos, como el paladar y
los labios, pues contribuyen con datos
interesantes al dejar marcas, surcos, estrías
y rugosidades, que cumplen con
las propiedades de los métodos de identificación al permitir individualidad, inmutabilidad
y perennidad.2
Roberto. D. Chango-Iza1,2, Osmani. F. Guevara-Cabrera3 , Ana del Carmen Armas-Vega4 (2016)
Roberto. D. Chango-Iza1,2, Osmani. F. Guevara-Cabrera3 , Ana del Carmen Armas-Vega4 (2016)
INTRODUCCIÓN
La Odontología Forense define la relación del odontólogo con la Justicia, correspondencia que se ve expresada en diferentes pericías, todas necesitadas de una sólida formación del profesional. Entre éstas, las identificativas han significado un gran aporte a las ciencias forenses, donde los análisis de huellas de mordedura representan un tema relevante en la moderna odontología forense.
Gabriel M. Fonseca*; Alan D. Briem-Stamm**; Mario Cantín***; Joaquín Lucena****,***** & Agustín Bentkovski****** (2013)
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