El Método oclusográfico ideado por los Drs. León Berman y Víctor Avidad consiste en el registro y comparación de mordedura, para lo que se obtiene una fotografía previa de la huella con relación 1:1. Se recorta un recuadro de cera rosada a la cual se le cubre de grafito y se fija con algún fijador con el objetivo de oscurecer la lámina. Seguidamente se reblandece y se impresionan las arcadas del presunto hasta casi perforar la cera quedando así una superficie transparente en los bordes incisales y superficies oclusales (oclosograma). A esta lámina se le toma una foto con película B/N y se procesa el negativo. Acto seguido se ubica la foto inicial sobre la base de un ampliador fotográfico y se ubica el negativo del oclusograma en la parte superior móvil del ampliador y se sube o baja hasta que coincida el tamaño, la posición y la forma de la proyección del negativo sobre la foto.
Debido a que la evidencia fotográfica no es plenamente válida en el Código Penal venezolano se modificó la técnica de Berman-Avidad ideando así la Oclusoradiografía.
En este caso la técnica es igual hasta la obtención del oclusograma en cera (paso B de la técnica anterior), seguidamente en un cuarto oscuro (con la luz apagada) se abre una placa radiográfica oclusal y sobre esta se ubica el oclusograma, entonces se aplica un destello de luz (puede bastar con un rápido encendido y apagado de la luz), logrando velar la placa sobre las marcas -traslúcidas- de la lámina. Al revelar la placa quedan las marcas de la mordida y esta radiografía se superpone a la foto de la huella.
A: Registro fotográfico de la lesión sobre la víctima con relación a tamaño real 1:1.
B: Obtención del oclusograma con una lámina de cera rosada que se ha teñido de negro con grafito. Esto se realiza con todos los sospechosos.
C: Foto en blanco y negro de los oclusogramas y revelado del negativo.
D: Colocación de los negativos en la parte superior de una ampliadora fotográfica (en el espacio diseñado para tal fin) y proyección sobre la foto (A) hasta ver coincidencia. La coincidencia de uno de los negativos corresponderá al causante de la lesión.
B: Obtención del oclusograma con una lámina de cera rosada que se ha teñido de negro con grafito. Esto se realiza con todos los sospechosos.
C: Foto en blanco y negro de los oclusogramas y revelado del negativo.
D: Colocación de los negativos en la parte superior de una ampliadora fotográfica (en el espacio diseñado para tal fin) y proyección sobre la foto (A) hasta ver coincidencia. La coincidencia de uno de los negativos corresponderá al causante de la lesión.
En este caso la técnica es igual hasta la obtención del oclusograma en cera (paso B de la técnica anterior), seguidamente en un cuarto oscuro (con la luz apagada) se abre una placa radiográfica oclusal y sobre esta se ubica el oclusograma, entonces se aplica un destello de luz (puede bastar con un rápido encendido y apagado de la luz), logrando velar la placa sobre las marcas -traslúcidas- de la lámina. Al revelar la placa quedan las marcas de la mordida y esta radiografía se superpone a la foto de la huella.
Procesos para la oclusoradiografía:
A: Una ves obtenido el oclusograma y estando dentro del cuarto oscuro, se saca una placa radiográfica oclusal de su sobre y se coloca debajo del oclusograma.
B: Se incide brevemente la luz sobre el conjunto anterior y se revela tradicionalmente.
C: Se superpone la radiografía sobre la foto original.
A: Una ves obtenido el oclusograma y estando dentro del cuarto oscuro, se saca una placa radiográfica oclusal de su sobre y se coloca debajo del oclusograma.
B: Se incide brevemente la luz sobre el conjunto anterior y se revela tradicionalmente.
C: Se superpone la radiografía sobre la foto original.
- Grimaldo-Carjevschi Moses. Residente de la Maestría en Medicina Estomatológica, Facultad de Odontología UCV, miembro activo de la Sociedad Venezolana de Medicina Bucal y miembro asociado de la Sociedad Venezolana de Odontología Forense. (2009)
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